Martial God Asura (MGA) Novela - Capítulo 6198
C6198 – Resolución
**“¿Puedo ver a mi reina?”**
**Chu Feng** estaba de pie en medio del desierto, haciendo una pregunta con cortesía.
Había preguntado lo mismo varias veces sin recibir respuesta.
Lo que **Chu Feng** no sabía era que, mientras hacía su petición, los controladores de este lugar estaban conversando con **Shahun Haotian**.
De repente, innumerables **Formaciones Espirituales** aparecieron a su alrededor en el vacío.
De ellas salieron figuras a toda velocidad, que en un abrir y cerrar de ojos llenaron el cielo como una plaga de langostas.
Eran seres envueltos en llamas negras, con rostros ocultos, pero con ojos rojos brillantes. Cada uno emanaba el aura de un cultivador del **Reino Dios Verdadero de quinto nivel**, y todos parecían increíblemente fuertes.
Aunque algo más débiles que **Shahun Haotian**, no lo eran por mucho.
Pero mientras **Shahun Haotian** era uno solo, estas figuras eran innumerables. Una mirada rápida bastaba para estimar que había al menos un millón de ellos.
Además, la formación en la que se encontraban no era casual, sino una formación de emboscada.
Estos enemigos eran claramente mucho más peligrosos que **Shahun Haotian**, especialmente porque **Chu Feng** desconocía cuáles eran sus cartas ocultas.
Incluso su simple presencia era una amenaza mayor.
En este momento, todos miraban ferozmente a **Chu Feng**, como esperando una orden. Bastaba un comando para que lanzaran un ataque frenético.
Pronto, dos haces de luz descendieron del cielo, cayendo justo frente a **Chu Feng**.
En uno de ellos apareció una **Formación Espiritual** y, en el otro, una botella negra flotando en el aire.
—“Has superado la prueba anterior. Ahora, has ganado una oportunidad para tu **Espiritista Mundial**.”
—“Ella puede abandonar este lugar de inmediato, pero deberá regresar al **Mundo Espiritual Asura**, y no podrá volver jamás al **Vasto Mundo del Cultivo Marcial**, ni entrar en contacto con ningún **Maestro Espiritista Mundial** de ninguna forma.”
La voz resonó en todo el lugar.
—“¿Eso significa que si me voy ahora, ella podrá regresar al **Mundo Espiritual Asura**?” —preguntó **Chu Feng**.
—“Sí” —respondió la voz.
—“¿Y qué es esa botella negra?” —preguntó de nuevo.
—“Puedes elegir no irte y seguir enfrentando desafíos.”
—“Si derrotas a todos los enemigos del cielo, podrás irte de aquí junto con tu **Espiritista Mundial**.”
—“Pero el requisito para continuar el desafío es consumir el contenido de esa botella. Esto restaurará temporalmente parte de tu **Poder Espiritual**, pero arruinará tu camino como **Cultivador Marcial**, imposibilitando que lo recuperes jamás.”
**Chu Feng** extendió su mano y agarró la botella negra. Sabía muy bien cuáles serían las consecuencias de destruir su camino marcial.
Pero también sabía lo que significaba perder a **Eggy**.
En ese momento, la **Formación Espiritual** comenzó a abrirse.
La voz resonó una vez más:
—“**Chu Feng**, aunque posees la **Línea de Sangre del Rey (Real)**, el camino de las formaciones sigue siendo una vía gloriosa para ti.”
—“Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué tu mundo se llama **Vasto Mundo del Cultivo Marcial**?”
—“Si no alcanzas la cima del mundo como un **Cultivador Marcial**, nunca descubrirás los verdaderos secretos de este mundo.”
—“Aunque tu **Línea de Sangre del Rayo Celestial** esté dañada ahora, no es irremediable. Con tu talento, recuperar tus fuerzas es solo cuestión de tiempo.”
—“Sin embargo, si hoy decides sacrificar tu camino marcial solo para mantener a tu **Espiritista Mundial** cerca de ti, ¿es eso lo que tus padres habrían querido? ¿Es eso lo que tu **Espiritista Mundial** desea?”
Ante estas palabras, **Chu Feng** sonrió levemente y quitó la tapa de la botella, decidido a beber su contenido.
Pero antes de que pudiera hacerlo, la voz volvió a sonar:
—“Las reglas no han sido completamente explicadas.”
—“Incluso si decides sacrificar tu camino marcial para aceptar el desafío, y aunque tengas éxito, necesitarás que tu **Espiritista Mundial** acepte quedarse contigo.”
—“Ella también debe elegir: puede regresar al **Mundo Espiritual Asura**, o confiar en ti y quedarse.”
—“Solo si ella elige quedarse y confiar en ti, podrán abandonar este lugar juntos.”
—“De lo contrario, aunque superes esta prueba y sacrifiques tu camino marcial, no podrás llevártela contigo.”
—“Lo más importante es que, si ella elige quedarse, también aceptará enfrentarse al destino contigo. Si tienes éxito, podrán salir juntos. Pero si fallas, ambos morirán.”
—“Si decides no continuar el desafío, incluso si ella elige quedarse, será enviada de vuelta al **Mundo Espiritual Asura**.”
Con estas palabras, **Chu Feng** dudó. La botella, que ya estaba cerca de sus labios, quedó suspendida.
Miró al ejército de llamas negras en el cielo.
Si fallaba, **Eggy** también moriría.
Por primera vez, **Chu Feng** vaciló.
—
En otro lugar, **Eggy** estaba en un mundo envuelto en niebla blanca, sin límites visibles y lleno de una inquietante soledad.
Sentada en el suelo, parecía perdida en sus pensamientos, sin mostrar dolor, pero con expresión melancólica.
—“Diez mil años… es demasiado tiempo.”
—“¿Será que para cuando despierte, **Chu Feng** ya me habrá olvidado?”
Mientras decía esto, de repente esbozó una sonrisa:
—“¡Bah! Eso es imposible. **Chu Feng** nunca olvidaría a su reina.”
Pero al decirlo, la sonrisa se desvaneció.
No estaba segura.
Diez mil años era un tiempo demasiado largo. En ese lapso, todo podría perderse en el olvido.
**Chu Feng** conocería a innumerables personas y experimentaría infinidad de cosas.
¿Realmente la recordaría?
En ese momento, una gran sombra apareció a lo lejos en la niebla. Era una gigantesca puerta, apenas visible a través de la bruma.
**Eggy** se levantó, intentando acercarse.
Sin embargo, la voz resonó de nuevo:
—“**Chu Feng** ha despertado. Quiere sacarte de aquí.”
—“Ha superado una prueba y ha ganado una oportunidad para que salgas.”
Al escuchar esto, **Eggy** se llenó de alegría.
Pero antes de que pudiera decir algo, la voz continuó con una revelación que la dejó fría:
—“No puedes regresar con **Chu Feng**, pero puedes volver al **Mundo Espiritual Asura**.”
—“Sin embargo, **Chu Feng** enfrenta una elección difícil: irse o continuar el desafío.”
—“Y tú también debes tomar una decisión.”
—“¿Puedo verlo? ¿Puedo ver a **Chu Feng** una vez más?” —preguntó **Eggy**, casi suplicando.
—“Ahora solo puedes elegir quedarte o irte.”
Al ver que no había posibilidad de negociación, **Eggy** respondió con firmeza:
—“Elijo quedarme.”
—“¿Estás segura?”
—“Si él no continúa el desafío, aunque elijas quedarte, serás enviada de vuelta al **Mundo Espiritual Asura**.”
—“Si él elige desafiar, solo si tiene éxito podrás irte con él. Si falla, ambos morirán.”
—“**La Reina** ya ha decidido. Me quedo.”
La voz volvió a resonar por última vez, y el lugar quedó en completo silencio.
**Eggy** miró la puerta a lo lejos, resistiendo la tentación de acercarse.
Ella temía entrar y no poder volver.
Incluso si tenía que esperar diez mil años más, no quería perder a **Chu Feng** para siempre.
Pero su elección ya no dependía de ella.
Si **Chu Feng** desistía, ella sería enviada de vuelta al **Mundo Espiritual Asura**, sin importar su decisión.
Por otro lado, si él continuaba, su vida correría peligro.
En el fondo, no temía morir.
Pero sí temía que **Chu Feng** sufriera por su culpa.
Finalmente, **Eggy** se sentó en el suelo, temblando de frustración, mientras sus emociones colapsaban.
—
En ese instante, un sonido rompió el silencio: una puerta se abrió.
A través de la bruma, **Eggy** vio cómo **Chu Feng** cruzaba esa puerta, acercándose.
Al reconocerlo, rompió en llanto como una niña pequeña.
**Chu Feng** se acercó y limpió sus lágrimas.
—“¿Por qué lloras?”
—“Pensé que me habías abandonado…” —dijo **Eggy**, levantando la mirada con los ojos llenos de lágrimas.
**Chu Feng** la abrazó con fuerza.
—“Tonta. Podría renunciar al mundo
entero, pero jamás te abandonaría a ti.”
De repente, **Eggy** le dio un puñetazo en el estómago.
—“¡Mentiroso! Antes ya me habías dejado, ¿verdad?”
**Chu Feng**, sabiendo que tenía la culpa, solo pudo sonreír y disculparse:
—“Fue mi error. Nunca volverá a pasar.”
**Eggy**, aún llorando, enterró su rostro en su pecho, aferrándose a él con fuerza.
Mientras sentía el dolor en su carne, **Chu Feng** entendió que esa fuerza era la prueba de lo mucho que **Eggy** temía perderlo.
**“Nunca más.”**
**“Jamás volveré a separarme de ti.”**
**Chu Feng** tomó una decisión inquebrantable en su corazón.
—
Ariel Lopez
Que bueno es leer el guerrero Dios asura, Chu Feng un joven muy fiel a los amigos,